Terminar con la piratería. Esa era la misión de Daniel EK, fundador y actual CEO de Spotify. Su fundación fue en 2006, pero tuvieron que pasar dos años para que las discográficas firmaran por este proyecto que cambió la industria musical para siempre.
A comienzos de los 2000, servicios como Napster permitieron a millones de personas descargar música de manera gratuita, pero ilegal. La industria discográfica enfrentó entonces una de sus crisis más profundas.
De acuerdo con cifras de la época, las ventas de discos compactos pasaron de 510 millones de unidades en 1999 a 640 millones en 2000, mientras que, según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), los ingresos por la venta de discos piratas alcanzaron los 4.200 millones de dólares, cien millones más que el año anterior.
En ese escenario, Ek buscó una alternativa para ofrecer acceso gratuito a la música, pero de forma legal. Contactó a Martin Lorentzon y juntos fundaron Spotify en 2006.
Las negociaciones con las discográficas fueron complejas: según relató en entrevista con The New Yorker, estas compañías veían con escepticismo un modelo basado en música gratuita financiada por anuncios, temiendo que afectara aún más la venta de discos.
La serie The Playlist retrata parte de esas conversaciones. Finalmente, tras dos años de tratativas, Spotify se lanzó en 2008 con disponibilidad en Suecia, Reino Unido, Francia y España. El acceso inicial era limitado y se obtenía solo por invitación.
En 2011 la plataforma llegó a Estados Unidos y, con el tiempo, expandió su presencia a más de 180 países.
La compañía ha mantenido su foco en combatir el acceso ilegal. Recientemente anunció bloqueos a cuentas que utilizaban versiones modificadas de la aplicación para obtener funciones premium sin pagar, como la eliminación de anuncios, la selección ilimitada de canciones o la descarga de contenido.
En el primer trimestre de 2025, Spotify alcanzó 268 millones de suscriptores y más de 600 millones de usuarios activos. La plataforma ha sumado nuevas funciones que la acercan al terreno de las redes sociales. Entre ellas, el envío de mensajes directos para compartir música o podcasts entre usuarios, y una integración con Instagram que permite difundir en esa red social lo que se escucha en Spotify.
A pesar de las increíbles cifras de la plataforma, el valor de sus acciones de Spotify cayó un 7% tras revelar que sus ganancias operativas estuvieron por debajo de lo esperado. La razón principal no fue una caída en los ingresos, sino un aumento en los costos, especialmente los asociados a remuneraciones e impuestos sobre la nómina.
Durante el último año, Spotify ha ampliado su negocio hacia el video y la publicidad. Si bien su base sigue siendo la música, la compañía apunta a competir en el mismo terreno que plataformas como YouTube.