Por Sofía Gómez
15 / 10 / 2025 | 5 mins de lectura
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Reconocida entre las voces más influyentes de habla hispana, Sylvia Ramírez ha dedicado su carrera a demostrar que la felicidad no es un lujo, sino una estrategia de liderazgo.
Abogada, coach y autora del best seller Felicidad a prueba de oficinas, ha inspirado a miles de personas en América Latina con su enfoque práctico sobre bienestar, propósito y marca personal.
Tras su paso por el People Day Santiago, conversamos sobre su trabajo y la felicidad en exclusiva con Spoiler.
Mi búsqueda de la felicidad comenzó, por mi propia infelicidad. Al mismo tiempo que yo estudiaba derecho para ser abogada, también estudiaba sobre liderazgo, programación neurolingüística, la moda como herramienta de comunicación.
Nunca vi algo en particular, algo que yo dijera esto hay que explotarlo. Empecé a compartir las herramientas con las que yo solucionaba mis propios dolores.
Por otro lado, he procurado hacer presencia en las redes sociales. Hoy, multiplataforma. Ahí somos una comunidad muy grande.
Como la gente sabe a qué me dedico, me hacen sus denuncias de infelicidad y muchas pasan por el lado del jefe, las condiciones laborales. Otro tanto tiene que ver con el amor. A lo que me he dedicado es a diseñar herramientas para hacer trascender esa clase de dolores.
Yo no amanezco así. Yo siempre traigo todos los efectos especiales que la industria cosmética tiene para ofrecerme.
En muchos de mis días yo amanezco tristísima y la otra mitad del tiempo estoy enfadada. Yo no ofrezco herramientas para esquivar la naturaleza humana, ofrezco herramientas para empezar a decidir mejor.
Cuando yo estoy muy triste o cuando estoy muy frustrada muy a menudo me tengo que preguntar qué haría Sylvia Ramírez aquí. Y ahí por ejemplo digo “Sylvia Ramírez diría que para ser feliz, hay que empezar por ser feliz”.
Es una invitación a que uno se de cuenta de que la primera manifestación de liderazgo que uno tiene que tener en la vida es en relación uno mismo.
Mi estrategia es dejar de esperar a que alguien me rescate.
La principal y esta es transversal, es creer que la felicidad es algo que uno encuentra. Hay algo que es muy interesante de entender y es que la felicidad posiblemente es nuestra condición natural.
Hay un profesor italiano, Salvatore Natoli que dice: lo normal es ser feliz. Cómo hace uno para saber que tiene hambre porque lo normal es no tener, cómo haces para saber que tienes frío, porque lo normal es tener la temperatura bien.
Misma lógica, cómo hace uno para saber que está estresado, que está triste o mal genio porque lo normal es no estarlo.
La primera causa es creer que la felicidad está afuera pero en realidad, la felicidad es algo a lo que uno regresa.
La segunda causa es el autosabotaje. Mientras uno siga pensando una cosa, sintiendo otra y haciendo otra, difícilmente le vamos a rendir.
Y la tercera, es la ingratitud. Porque tenemos dos posibilidades: o quejarnos de que está haciendo un sol tremendo o alegrarnos de que tenemos esta posibilidad de conversar. Cuando uno tiene la disposición de gratitud, calma la tercera causa de infelicidad.
Eso es porque estamos confundiendo las categorías. Fíjate que como estamos en el boom de las redes sociales, se hace muy popular esta necesidad de que tu trabajo sea algo que te apasiona. Pero hay una invitación al realismo práctico.
Dónde dice que las cosas que a ti te apasionen, sean exactamente las cosas por las que te tienen que pagar. Puede pasar que lo que te apasiona no tenga nada que ver con el trabajo por el que te pagan.
Es perfectamente posible tener un trabajo solamente porque quieres la plata a cambio. Porque estás subsidiando tu forma de vida.
Cuando uno deja de esperar que su trabajo lo haga feliz y empieza a entender que, posiblemente, la felicidad es algo que uno le pone al trabajo, la dinámica cambia inmediatamente.
Lo importante es que la gente no se sienta desamparada. Por ejemplo si es que hubo un recorte de personas, que no sientan que quedaron en la calle. Los seres humanos podemos entender cuando nos explican las causas.
Por ejemplo, fue necesario hacer el recorte de personal, ¿Qué me corresponde a mi como empresa? por lo menos ayudar a la persona a reposicionarse.
Segundo, no tengo todos los medios para dar las mejores condiciones de trabajo, una cosa importantísima en los seres humanos es que haya una razón de ser debajo.
Entonces, cuando tu le explicas a tu equipo “tenemos este desafío, pero si salimos hacia el otro lado nos va a ir mejor”, la gente entiende que tu y tu equipo están en la misma nave. Y la actitud cambia.
En lugar de ver a personas asustadas, veo a personas resignadas. Pero estamos ante una gran oportunidad ya sabemos que la inteligencia artificial es una herramienta que bien usada es una super herramienta.
Me parece que lo más importante de entender es que la inteligencia artificial tiene un punto ciego. Y es que está diseñada para siempre generar resultados que sean impecables. La inteligencia artificial no es tan audaz.
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