<span id=hs_cos_wrapper_name class=hs_cos_wrapper hs_cos_wrapper_meta_field hs_cos_wrapper_type_text style= data-hs-cos-general-type=meta_field data-hs-cos-type=text La intensa batalla de Zuckerberg por posicionar a Meta en la inteligencia artificial

La intensa batalla de Zuckerberg por posicionar a Meta en la inteligencia artificial


Meta dio un giro inesperado en su estrategia de inteligencia artificial. Tras meses de contrataciones, la compañía congeló la incorporación de nuevos ingenieros e investigadores en sus equipos de IA. La decisión, confirmada a Reuters por un portavoz de la firma, busca “crear una estructura sólida para los nuevos esfuerzos de superinteligencia después de incorporar personal y realizar ejercicios anuales de presupuesto y planificación”.

 

El movimiento llega en un momento de profunda reorganización interna. Según reveló The Wall Street Journal, la división dedicada a proyectos de largo plazo fue reestructurada en cuatro equipos: uno centrado en el desarrollo de superinteligencia, otro en productos de IA, uno más en infraestructura y un cuarto dedicado a exploración.

 

Todos ellos forman parte de Meta Superintelligence Labs, la nueva apuesta de Mark Zuckerberg para construir una inteligencia artificial que supere las capacidades humanas.

 

La apuesta por el talento

El fundador de Meta presentó el proyecto a comienzos de julio, acompañado del anuncio de un gigantesco centro de datos. “Estoy enfocado en construir el equipo más de élite de la industria y en invertir cientos de miles de millones de dólares en capacidad de cómputo para lograrlo”, escribió en Threads. La promesa: dotar a sus investigadores con “la mayor capacidad de cómputo por persona en la industria”.

 

El mercado reaccionó con cautela ante el anuncio. Las acciones de Meta subieron hasta 1,2% tras el anuncio, aunque al cierre la ganancia se moderaba a 0,92%.

 

La visión de Zuckerberg llega después de tropiezos internos, como el retraso del modelo Llama 4, que no cumplió con las expectativas. La reestructuración de la división de IA también busca corregir problemas de gestión, rotación de personal y lanzamientos fallidos.

 

Competencia feroz por ingenieros estrella

Meta no es la única que persigue el mismo objetivo. La competencia por talento en Silicon Valley se ha intensificado al ritmo de la carrera por la inteligencia artificial general (AGI). Este año, la compañía con sede en Menlo Park ofreció salarios de nueve cifras e incluso recurrió a reverse acquihires para captar ingenieros de startups emergentes.

 

El pulso con OpenAI ha sido especialmente evidente. Según Forbes, Zuckerberg perdió a varios de sus mejores investigadores cuando OpenAI comenzó a atraer talento clave. En respuesta, Meta ha lanzado propuestas millonarias a científicos de la competencia. The Wall Street Journal reportó que en al menos dos casos se ofrecieron paquetes superiores a US$1.000 millones, aunque muchos rechazaron las ofertas.

 

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, no ha escondido su incomodidad. En un mensaje interno citado por Wired, cuestionó la estrategia de Zuckerberg: “Meta ha contratado a gente estupenda, pero en general han tenido que bajar el listón. Lo que están haciendo conducirá a problemas culturales muy profundos”.

 

Los mejores perfiles 

La ofensiva de Zuckerberg logró una incorporación destacada: Alexandr Wang, fundador de Scale AI y considerado uno de los jóvenes prodigio del sector. Con apenas 28 años y un patrimonio estimado en US$3.600 millones, Wang dejó su empresa para liderar Meta Superintelligence Labs, en un acuerdo avaluado en US$14.800 millones, según Forbes.

 

Wang, matemático y científico computacional formado en el MIT, fundó Scale AI en 2016 para proveer datos de entrenamiento a modelos de inteligencia artificial. Ahora será el encargado de convertir la visión de Zuckerberg en un proyecto tangible.

 

Una apuesta de alto riesgo

Meta ha intentado antes adquirir compañías como OpenAI o Thinking Machine Labs, la startup liderada por la ex-CTO de OpenAI, Mira Murati, sin éxito. Con Wang al mando y miles de millones comprometidos, Zuckerberg busca recuperar terreno en una batalla donde Google, Microsoft y OpenAI ya han tomado ventaja. 

 

La incógnita que sobrevuela en Wall Street es si Meta puede realmente retener al talento que tanto le cuesta fichar y convertir su promesa de “superinteligencia personal para todo el mundo” en una realidad. Y es que cada vez se hace más difícil para Zuckerberg mantener a su dream team. 

 

Fue poco después del anuncio del congelamiento de las contrataciones que tres de los trabajadores estrella del laboratorio anunciaron su salida del equipo. 

 

Avi Verma, quien fue investigador de OpenAI; Ethan Knight, también parte del equipo de OpenAI y la startup xAI de Elon Musk; y Rishabh Agarwal, especialista en IA generativa que llevaba unos meses en Meta, comunicaron que no seguirían en la empresa, según el medio Wired. 

 

Un mercado volátil

Las empresas tecnológicas suelen ser más difíciles de anticipar que las de otros sectores. Determinar cuáles crecerán y las que quedarán rezagadas se ha convertido en un desafío, en parte por la alta volatilidad de sus acciones.

 

Este comportamiento convierte al sector en uno de los más complejos de gestionar, en un escenario donde la competencia por liderar se intensifica a medida que los avances tecnológicos superan, en ocasiones, la capacidad de adaptación del propio mercado.

 

“Estos mercados son complicados porque son muy técnicos”, señaló Raúl Martínez Solares, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.

 

“Estás dando un leap of faith, en función de lo que la compañía te dice que va a hacer. Ese fenómeno es complejo porque la mayoría no lo entiende”, agregó el también CEO de Fibra Educa.

Martínez explicó que, en algunos casos, surge una “necesidad que lleva a la irracionalidad de sentir que se anticipan al comportamiento de los mercados”, lo que puede derivar en percepciones que no siempre se sostienen.

 

El especialista citó ejemplos recientes en el sector. “Alguien publica que DeepSeek procesó la información de manera más rápida y gastó menos energía, pero eso es una declaración de los desarrolladores, sin evidencia de que realmente haya sido así. O de repente tenemos un anuncio de Nvidia, en donde dicen que están usando otros procesadores, pero la verdad es que no lo sabemos”, indicó.

 

A los retos de la volatilidad se suman los problemas propios del desarrollo tecnológico. Con el fortalecimiento de las plataformas, han surgido fenómenos como las “alucinaciones”, en las que los sistemas de inteligencia artificial generan respuestas con información inexistente. “A veces las plataformas empiezan a rellenar huecos a partir de información que no existe y que trata de justificar”, explicó Martínez.

 

El futuro del sector, sin embargo, parece orientado al crecimiento. La incógnita sigue siendo cuál de estas compañías logrará consolidarse como líder en una industria que avanza a gran velocidad y en la que la incertidumbre es parte de la ecuación.

 

Suscríbete a nuestro newsletter

Eleva la discusión a otro nivel con nuestra selección quincenal de los temas que están marcando
tendencia en el mundo laboral, tecnología e innovación.