Por Sofía Gómez
14 / 11 / 2025 | 3 mins de lectura
14 / 11 / 2025 | 3 mins de lectura
14 / 11 / 2025 | 3 mins de lectura
Conversamos con Efren Martínez, PhD en Psicología. Su expertiz es combinar formación en recursos humanos y negocios para impulsar programas que devuelven propósito al trabajo y a la vida.
Con una trayectoria que ha impactado a decenas de miles de personas en el mundo hispanohablante, hoy lidera iniciativas de desarrollo humano y empresarial que ponen el sentido al centro del crecimiento.
Para los líderes, si quieren crear entornos más productivos necesitan primero autoliderarse. Abandonar la pretensión de que ser jefe es igual a ser líder porque eso no funciona de esa manera.
Tener también un nivel de autocuidado y autogestión propia, que repercuta en contextos de seguridad psicológica donde se valga la diversidad, debate. Donde podamos estar en contra sin que se afecten los vínculos.
Creando equipos de alto rendimiento con conexión, propósitos compartidos para que eso permita que la gente pueda innovar, atreverse construir.
Si tienes miedo de ir a trabajar, si no eres respetado y retado, ni tampoco, una persona que pueda expresarse, difícilmente van a atreverse a plantear ideas o a heredar nuevas perspectivas de productividad.
Los resultados no son ajenos ni opuestos al bienestar. Cuando uno pone los resultados en un lado y el bienestar en el otro, se genera una tensión que no tiene nada que ver. Algo esencial para el ser humano es la sensación de logro.
Un mindset de logro o de contribución. Si uno siente que no avanza, que no surge o no construye, le pierde el sentido al trabajo. Entonces, no es algo que pueda ser opuesto si no que debe estar alineado.
Los buenos programas de incentivos que te hacen ver tu aporte, la cuota de valor: más allá de lo económico si no que, del dolor que disminuyen en la sociedad o de la alegría que generas en la sociedad contribuye a que la gente quiera cumplir con las metas que tiene y producir en una organización que de sus existencia depende el bienestar de muchísima gente.
Muchas veces lo que hay es buen marketing de marca de propósito, de una cultura increíble.
Pero eso, uno solamente lo comprueba cuando estás adentro. Cuando uno respira el aire que hay, cuando escuchas lo que la gente dice de los otros en su ausencia. También, cuando uno mira cómo están implementados los artefactos, procesos, hasta las sillas de la organización.
Con eso uno se da cuenta realmente de cómo es la cultura. Para mi la cultura organizacional es el aire que respiras.
Si la cultura es densa, no vas a poder respirar. Ahí vives apretado y angustiado. Si es distinto, vas a poder oxigenarte y todo el engranaje para el cual estás desempeñándote.
La discusión sobre la duración de la jornada laboral vuelve a ganar protagonismo en múltiples países.
Casos recientes han reavivado el debate sobre hasta qué punto una publicación personal en redes puede impactar en el...
Con más de dos décadas de experiencia liderando equipos en América Latina, hoy Carolina Peñaflor encabeza la gestión de...
Eleva la discusión a otro nivel con nuestra selección quincenal de los temas que están marcando
tendencia en el mundo laboral, tecnología e innovación.